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T.G.D. y T.E.A.

Los términos TGD (Trastornos Generalizados del Desarrollo) y TEA (Trastornos del Espectro Autista) engloban, un amplio abanico de trastornos neuroevolutivos que comparten la triada de alteraciones descrita por L. Wing y J. Gould (1979).Además de los aspectos ya aceptados en la denominación TGD, el término TEA resalta la noción dimensional de un contínuo (no una categoría ) en el que se altera un conjunto de capacidades en la interacción social, la comunicación y la imaginación. Esta semejanza no es incompatible con la diversidad del colectivo: diversos trastornos; diversa afectación de los síntomas clave, desde los casos más acentuados hasta aquellos, con rasgos fenotípicos rozando la normalidad; desde aquellos casos asociados a la discapacidad intelectual más acentuada a otros con alto grado de inteligencia; desde unos vinculados a retornos genéticos o neurológicos, a otros en los que aun no somos capaces de identificar las anomalías biológicas subyacentes. El grupo de alteraciones nucleares que se conocen como triada de Wing incluye:

  • Alteración cualitativa de la alteración social recíproca (socialización).
  • Alteración cualitativa de la comunicación verbal y no verbal y la actividad imaginativa (comunicación e imaginación).
  • Un repertorio notablemente reducido de actividades e intereses.

Dimensiones alteradas:

Con este propósito y dada la importancia práctica del concepto de espectro autista, Rivière diseña un conjunto de 12 dimensiones que se alteran sistemáticamente (tomado de Rivière, 1998):

  • Trastorno cualitativos de la relación social.
  • Trastornos de las capacidades de referencia conjunta (acción, atención y preocupación conjunta)
  • Trastorno de las capacidades ínter subjetivas y mentalistas.
  • Trastorno de las funciones comunicativas.
  • Trastornos cualitativos del lenguaje expresivo.
  • Trastornos cualitativos del lenguaje receptivo.
  • Trastornos de las competencias de anticipación.
  • Trastornos de la flexibilidad mental y comportamental.
  • Trastornos del sentido de la actividad propia.
  • Trastornos de la imaginación y de las capacidades de ficción.
  • Trastornos de la imitación.
  • Trastornos de la suspensión (la capacidad de hacer significantes).
  • Un repertorio notablemente reducido de actividades e intereses.

Una posible forma de entender las relaciones que se establecen entre el autismo, como trastorno nuclear y prototípico, el llamado “autismo de Kanner”, los Trastornos generalizados del desarrollo y los Trastornos de espectro autista es la representación gráfica que se ejemplifica en la figura 1.


Como puede observarse en primer lugar, todo diagnóstico de autismo es también un trastorno generalizado del desarrollo y un trastorno de espectro autista.

En segundo lugar, no podemos asumir que un trastorno generalizado del desarrollo (por ejemplo, síndrome de Rett o trastorno desintegrativo de la infancia) sea estrictamente un cuadro de autismo, aunque sigue siendo un trastorno de espectro autista. Por último, el trastorno de un niño con espectro autista (por ejemplo, con un retraso mental severo con rasgos autistas) no puede ser entendido ni como un trastorno generalizado del desarrollo ni como cuadro de autismo. Juan Martos.

Los trastornos Generalizados del desarrollo son:

  • Trastorno autista.
  • Síndrome de asperger.
  • Síndrome de Rett.
  • Trastorno desintegrativo de la infancia.
  • Trastorno generalizado del desarrollo no especificado.


Como hemos dicho dentro de los trastornos de espectro autista incluimos aquellos que tienen alteradas cualitativamente las capacidades de interacción social, imaginación y ficción y comunicación y lenguaje; de esta manera también incluimos en los trastornos de espectro autista un amplio abanico de síndromes y trastornos entre los que figuran el síndrome de X frágil, trastornos graves del lenguaje, retrasos mentales con rasgos autistas, etc.

Es un trastorno del desarrollo que afecta al lenguaje oral y a la comprensión del lenguaje, se caracteriza, además de por un retraso cronológico en la adquisición del lenguaje, por importantes dificultades persistentes y específicas para la estructuración del mismo, dándose, por ello en el lenguaje de las personas que lo padecen conductas verbales anómalas que se traducen en una desviación respecto a los procesos normales de adquisición y desarrollo del lenguaje.
Suelen aparecer algunos de los siguientes síntomas:



En la expresión:

intencionalidad comunicativa pobre y grandes dificultades para adaptarse al interlocutor; graves problemas en los aspectos funcionales del lenguaje; predominio de la función instrumental y reguladora; expresión muy baja, casi nula o constituida por emisiones que pueden ir desde la palabra-frase hasta la expresión telegráfica; heterogeneidad del vocabulario, existiendo la presencia de palabras complejas y la ausencia de palabras más simples; agramatismo: dificultades variables en la estructuración sintáctica; dificultad para manejar pronombres personales más allá de los 4 años; ausencia total de partículas de relación (preposiciones, etc.); empleo persistente del verbo en forma atemporal: infinitivos y perífrasis verbales.

Alteración semántico pragmática del lenguaje: a veces correcta estructuración del lenguaje con errores fonológicos o con dificultad para el uso social del mismo como fin comunicativo y social.



En la comprensión:

Grave alteración de la comprensión, pudiéndose observar conductas ecolálicas; pueden llegar a la sordera verbal; reacción positiva a gestos; dificultad para repetir y recordar enunciados largos; problemas de evocación: expresiones interrumpidas con sustituciones de palabras, uso de perífrasis y muletillas.

Puede presentarse una sintomatología asociada que a veces hace difícil el diagnóstico diferencial respecto de otras patologías. En muchos casos, sólo la evolución en el tiempo de los síntomas que presenta la persona permite atribuir su condición a un trastorno u otro.

Los niños con trastorno específico del lenguaje suelen presentar también disarmonías en la estructuración espacial, trastornos en el ritmo y dificultades psicomotrices, lo cual lleva consigo un retraso en los aprendizajes básicos y en su equilibrio afectivo emocional. Presentan también una falta de programación en su actividad lúdica (juego simbólico) y alteraciones de la conducta social y afectiva, con rasgos de ansiedad. .

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